14 jun 2008

Más de 30 años

El aroma de un cigarro al encenderlo me devuelve al lugar desde el que escribo.

Estaba lejos, al otro lado del estrecho, junto a todos esos que no pueden abandonar su realidad siquiera un momento.
Estaba con todos los que duermen hacinados en oscuras y arrugadas celdas, víctimas de una tortura sin sentido.
Estaba entre manifestantes reprimidos, gritándole a la libertad aunque por ello me la arrebataran.
Estaba ante los ojos que lloraban.
Estaba con los que no tienen piernas, con los ciegos y con todos los que murieron a causa de las malditas minas.
Estaba con los que no podían ver la vida plena, por tener delante un muro.
Estaba escuchando los testimonios de aquellos que tuvieron que participar en una guerra.
Estaba entre los que enfermaban sin tener medios para curarse.
Estaba sola entre la niebla, añorando a un pueblo hoy exiliado. A mi familia. A todos los que un día fueron para mí cercanos.
Estaba escondiéndome de mi país, sintiéndome la fugitiva más extraña.
Estaba huyendo de la coacción, de la barbarie, de la opresión.
Y sin embargo no podía escapar del sufrimiento.
Estaba mezclada entre los saharauis y, así, en lo que me he encendido un cigarrito, ya no lo estoy.

Es, quizás, por instantes tan pequeños como éstos, por lo que ya han pasado más de 30 años.

13 jun 2008

Nuestras tierras

Las tierras son del pueblo que las mantiene, no del que las invade.
Las tierras son de aquel que lucha por defenderlas, y no del que intenta poseerlas.
Las tierras son de quien las cuida, y no de quien las explota.
Las tierras son del maltratado, y no del que maltrata.
Las tierras son de esa gente que tanto las ama. No son de ese verdugo que las mata.
Las tierras no son de quien las controla. Las tierras son de aquellos que las añoran.

Las tierras son sólo tu excusa para enriquecerte. Pero esas tierras son, para nosotros, el único motivo para querer vencerte.
Las tierras te valen para crecer, pero a nosotros, en cambio, nos llevan a renacer.
Las tierras te sirven para destrozar miles de corazones pero, a nosotros, nos sirven para compartir millones de ilusiones.

Las tierras son tu símbolo de crueldad. Pero para nosotros, aunque te enerve, simbolizan la más pura libertad.